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Estimulación temprana

Nivel I: Clases de Música para bebés hasta los 12 meses.

Nivel II: Clases de Música para bebés entre 12 y 24 meses.

Nivel III: Clases de Música para niños de dos años.

¿A quién va dirigido?

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La estimulación temprana tiene por objetivo aprovechar la capacidad de aprendizaje y adaptabilidad del cerebro en beneficio del desarrollo de las potencialidades del bebé. A través de la música como herramienta y mediante diferentes ejercicios y juegos musicales su intención es la de proporcionar una serie de estímulos repetitivos, de manera que se potencien aquellas funciones cerebrales que a la larga resultan de mayor interés.

La actividad musical potencia el desarrollo de las conexiones cerebrales necesarias para cualquier actividad cerebral interconexionando ambos hemisferios. No sólo se trata de reforzar aspectos intelectuales, como su capacidad para la lectura o el cálculo matemático, sino también contempla los aspectos físicos, emocionales, sensoriales y sociales del desarrollo del niño.

 

Los objetivos son:

  1. Fortalecer el vínculo papás - bebé.

  2. Crearle un "Mundo de canciones".

  3. Aprender a relajarle con la ayuda de la música y el masaje.

  4. Estimular su desarrollo psicomotriz a través del movimiento.

  5. Favorecer el desarrollo neuronal de tu bebé mediante la estimulación auditiva.

  6. Estimular la adquisición del lenguaje.

¿Cómo es una clase?

Los niños/as siempre vienen acompañados por uno de sus padres o ambos o un abuelo/a o un cuidador, a realizar las actividades musicales, ellos nos ayudan a mejorar y establecer la relación entre el profesor y los demás niños que acuden junto con él/ella a la clase y proporcionarle la seguridad emocional ante un nuevo entorno. Es lo que nosotros denominamos hacer "Música en Familia".

¿Qué se hace en una clase?

Se cantan canciones, se tocan instrumentos de pequeña percusión, se hacen recitados rítmicos, se escuchan diferentes estilos de música, se bailan pequeñas coreografías, nos relajamos, etc.

Duración de una clase

El tiempo de la clase es de 45 minutos ya que nuestra experiencia nos ha demostrado que es el tiempo óptimo de atención para niños tan pequeños.

¿No será demasiado pequeño?
Hacer música con los bebes (Paola Anselmi)

"¿Pero no será demasiado pequeño?": una pregunta que (a menudo antes de vivir la experiencia directa) me hacen las madres de los pequeños que encuentro desde que empecé a enseñar música siguiendo la teoría del aprendizaje del investigador estadounidense Edwin E. Gordon dedicada a la primera infancia (0 – 36 meses).

No es que no sea una pregunta legítima: los bebes a veces nos parecen tan frágiles e indefensos que les queremos intentar defender de maravillosas y naturales oportunidades que pueden ser muy útiles en el largo camino de crecimiento que les espera.

La psicóloga Asha Phillips resume muy bien esta idea en la introducción de su libro "Los No que ayudan a crecer": "…durante mucho tiempo el pensamiento común ha sido que los bebes no son "verdaderas" personas si no pequeñas criaturas que se limitan a comer, dormir y a veces jugar. La investigación moderna ha demostrado que los bebes y los niños pequeños también son individuos extraordinariamente sofisticados…" En realidad es justo en los primeros años de vida cuando un número elevado de conexiones sinápticas existentes en el cerebro permite que el niño obtenga un espacio muy amplio de aprendizaje: el aprendizaje natural, que fortalece las potencialidades con las que cada uno de nosotros tiene desde su nacimiento.

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Precisamente sobre la naturalidad del proceso de aprendizaje verbal se fundamenta la teoría del aprendizaje de la música de E.E. Gordon, que durante casi cuarenta años ha observado bebes y niños muy pequeños en el ambiente cotidiano, familiar y escolar. Desde el nacimiento los niños están sumergidos en un mundo "verbal" lleno de estimulaciones lingüísticas: ninguno de nosotros espera que comprendan o contesten. La contradicción de la madre que se pregunta a sí misma si "el niño no será demasiado pequeño" esta exactamente en esta fase: ella, de hecho, habla a su hijo de manera sintácticamente correcta, expresando además conceptos complejos. De esta manera no sólo le ayuda a aprender sino también a comunicarse…

Durante el crecimiento el niño elabora todos los estímulos lingüísticos a su alrededor para construir el lenguaje verbal y aprender a comunicar, pasando por diferentes fases : empezando desde un largo periodo de absorción, hasta la lalacion espontánea, desde la elección de simples palabras que enfocan una frase entera hasta la construcción de verdaderas frases, para llegar finalmente la capacidad de expresar a través del lenguaje conceptos, ideas, necesidades… todo esto gracias a la seguridad derivada de la amplitud del vocabulario que ha construidos dentro estar simplemente "escuchando" las personas hablar a su alrededor.

De la misma manera, variedad, repetición y complejidad de los estímulos darán la oportunidad al pequeño individuo de construir y ampliar su vocabulario musical.

Lamentablemente en nuestro país, el panorama de los estímulos musicales en los ambientes donde normalmente los niños están aún son muy pobres en cuánto a la variedad: la mayoría de las canciones, rimas infantiles y nanas están en la misma tonalidad (mayor) y en el mismo metro (binario). La consecuencia de esto es que el niño no logra hacer un paso fundamental en el aprendizaje: aprender desde las diferencias. Cuantos más estímulos tenga la oportunidad de experimentar más afinará su capacidad discriminatoria, ya que tendrá a su disposición la posibilidad de comparar.

Una investigación llevada a cabo en una escuela americana subraya esta afirmación : los niños de tres diferentes clases han sido estimulados musicalmente desde su nacimiento hasta los tres años; el primer grupo solo con el modo mayor, el segundo con los modos mayor y menor, el tercero con mayor, menor, dórico y miso-lidio. Los resultados indican que la clase que conocía mejor el modo mayor era la tercera, aquella más estimulada con una amplia variedad de modos, en la que los niños pudieron reconocer la diferencia entre el modo mayor y los otros modos, potenciando así el aprendizaje del mismo modo mayor.

 

En la metodología gordoniana se trabaja a través de modelos con amplia variedad en metros y modos: Los profesores actúan como "padres musicales" dentro de la clase, cantando, recitando ritmos y moviéndose de manera fluida en una atmósfera de gran comunicación. A los niños no se pide "hacer" sino "escuchar y ser" respetando los tiempos, modos e individualidad de cada uno. Superado el estado de absorción, en el que el niño "escucha" lo que pasa a nivel musical a su alrededor, él y solo él decidirá entrar en las fases sucesivas, empezando a interaccionar con los profesores que fortalecerán sus respuestas musicales, hasta una verdadera y propia fase de imitación.

Resulta de fundamental importancia la presencia de los adultos (padres o abuelos o personas que tienen un fuerte lazo afectivo con el niño), que participan de manera activa en las clases, reforzando los "modelos" de los profesores, siempre respetando las actitudes y las posibilidades da cada uno. El conjunto de todas estas "aplicaciones" Gordon le llama GUÍA INFORMAL. Uno de los aspectos innovadores de esta metodología es el concepto de la audiation o pensamiento musical, el niño viene estimulado para "oír" dentro de si el sonido no físicamente presente en el ambiente, adquiriendo después la capacidad de expresarlo, siempre en momentos diferentes y a veces eligiendo hacerlo fuera del ambiente de la clase. A este propósito el "silencio" se convierte en algo muy muy importante la posibilidad para el niño de transformar un estímulo en un momento del aprendizaje. El error que muchas veces se puede tener es el miedo a perder la atención de los niños, corriendo el riesgo de empezar una sobreestimulación totalmente inútil y además a veces perjudicial.

Siguiendo por este camino será natural el paso a la tercera fase, la asimilación (perfecta coordinación entre respiración, movimiento, afinación y ritmo) para llegar a la formalización y codificación (escritura y lectura) de conceptos y noticias que el niño ya tiene en sí, propio como en el camino del lenguaje verbal para un niño no es un problema empezar a escribir y leer palabras y conceptos que ya conoce el significado.

Todo esto no pretende ser una manera de crear muchos "prodigios musicales" todo el contrario: dado que es tan importante intervenir en el aprendizaje cuando las potencialidades y actitudes son mayores, todo esto significa regalar a los niños una gran oportunidad para hacer de la música lo que es: no necesariamente una profesión, o una pasión, sino un extraordinario medio de comunicación y expresión: para quien la toca, canta o compone y para quien la escucha.

Por eso el repertorio del método incluye una amplia variedad de metros y modos. Una de las bases del método es aprender desde las diferencias. La mayoría de las canciones, rimas infantiles, nanas siempre están en la misma tonalidad (Mayor) y en el mismo metro (Binario). La consecuencia de esto es que el niño no logra hacer un paso fundamental en el aprendizaje o sea de aprender las diferencias. Cuantos más estímulos tenga la oportunidad de experimentar, más afinará su capacidad discriminatoria, ya que tendrá a su disposición la posibilidad de comparar.

 

Publicado en el n.1 de la revista de la Asociación Project Learning Formación e Investigación.
Fotos: aula taller de bebes MUSICÓRUM

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